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Javier Aguirre vuelve a España para dirigir al Leganés

Conocí a Javier Aguirre en persona durante el mundial de Rusia 2018. Pensarán que soy un poco exagerada pero cuando vives lejos de tu país, conocer a un mexicano es como un gol de tu equipo en el minuto 93 y mucho más si es alguien relacionado con el deporte.

Durante la cena que tuve con él y con su esposa pude reconocer a un hombre muy familiar, con un matrimonio de esos que muchos desean y que pocos logran y con una verdadera pasión y cariño por el fútbol mexicano.

Recuerdo que hablamos de Maradona y su pretensión por ser entrenador del Real Madrid, de lo que pensaba en ese momento sobre cómo sería la participación de nuestro país en ese mundial y de lo mucho que había subido de peso Hugo Sánchez en los últimos meses.

Pude compartir con Javier, Silvia y sus hijos el partido de México vs Alemania con aquel gol histórico del Chucky Lozano en la mejor actuación de nuestra Selección dentro de un mundial.

Nos citamos muy temprano antes del inicio del juego en el hotel en el que se hospedaban para poder ir al estadio Luznikhi con bastante tiempo de anticipación, ya que Javier iba a estar comentando para Televisa Deportes muchos de los partidos.

Me impresionó cuando su esposa le preguntó si pedía un taxi para que llegáramos más rápido al estadio, pero el comentó que quería vivir el ambiente y entonces, nos fuimos en metro. No sé si se puedan imaginar lo que es un metro de Moscú horas antes de un partido de la Selección Mexicana. Una verdadera locura.

Iba repleto sin espacio para respirar, pero a Javier parecía que eso no le importaba. Saludó a todos y cada uno de los que le sonrieron. Se tomó fotos con medio mundo y disfrutó cuando escuchó a la gente corear su nombre. La sencillez la puedes percibir en momentos tan simples como éste que les cuento.

Su esposa a la que le tengo un respeto profundo por el amor y devoción que le muestra, estaba más preocupada porque su marido llegara impecable a transmitir para la televisión mexicana.  Son exactamente esos, los matrimonios que nosotros los jóvenes estamos perdiendo la costumbre de ver.

Después del Mundial, hemos compartido varios encuentros más y siempre me hacen llegar a casa súper contenta. Seguramente será porque me reflejan algo a lo que creo que todo mundo debería aspirar en la vida.

Ahora que Javier Aguirre llega nuevamente a España para dirigir al Leganés me pesa infinito darme cuenta que es verdad cuando dicen que el peor enemigo de un mexicano es otro mexicano.

Ojalá los medios de comunicación en mi país pudieran vibrar un poco  el cariño que le tienen los españoles y se olvidaran de las notas que venden, del amarillismo y de la falta de respeto.

Han pasado 17 años desde la primera vez que Javier llegó a España para dirigir al Osasuna. Aquel equipo pequeño al que Javier clasificó a la Champions y a la final de la Copa del Rey, algo impensable. Y ya son 5 equipos españoles que han confiado en él para llevar el timón de sus barcos. Tres de ellos en puestos de descenso justo durante llegada de Aguirre.

Ahora se enfrenta a uno de los grandes retos de su carrera. El Leganés es un club de la capital española. Tienen 10 mil abonados y Butarque, su estadio, se encuentra a 30 minutos del centro de Madrid. Javier Aguirre dijo sí y tomó a un equipo en el último lugar de la tabla con once jornadas transcurridas y tan solo 5 puntos.

Con todo absolutamente en contra pero con la ilusión de regresarle la alegría a los aficionados. ¿Por qué no ser capaces de sentir un poco de orgullo por el mexicano que va por la vida buscando triunfar?

Me quedo con la frase de Josep Pedrerol, un reconocido periodista español que dirige el programa El Chiringuito: “Es buen entrenador y gran motivador. Qué gran noticia que tengamos a Javier Aguirre en España de nuevo”.

Yo prefiero subirme a ese barco, al de la emoción por saber que hay un hombre que se crío en el mismo país que yo, y que mira en los retos, las oportunidades para llegar lejos.

¡Ha vuelto un grande!   <–   La opinión de Josep Pedrerol sobre Javier Aguirre.

«Me abrieron su corazón»<– Presentación de Aguirre cubierta para el Diario Récord México.

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Una tarde de fútbol en el Bernabéu

 

Algunas veces la vida te coloca en el lugar correcto. Hace un par de años recibí una llamada de la persona que en el aquel entonces era Director de Relaciones Públicas del Real Madrid. Sabía de mi gran afición al fútbol y de lo mucho que disfrutaba pasar una tarde en el Santiago Bernabéu.

Casualmente, ese día jugaba el Madrid contra la Real Sociedad, equipo en el que militaba el mexicano Héctor Moreno. Siempre he creído que en el lugar del mundo en el que haya un mexicano buscando triunfar, ahí debemos estar para apoyar. Por esa razón, acepté con gusto.

Tengo que decirles que era una invitación doble y que podía llevar a quien yo quisiera. La verdad es que tengo muy pocas amigas futboleras, pero sí que tengo una amiga inseparable. De esas que te acompañan a todas partes aunque no entiendan nada.

Llevaba un par de meses preparando a Fer para el día en el que llegara su primer partido en el Bernabéu. Recuerdo varias ocasiones caminando por la Gran Vía y pasando justo frente a los aparadores de las tiendas oficiales del club blanco. Bombardeaba a Fer con preguntas deseando que se aprendiera nacionalidades y jugadores.

– Fer, ¿Ese quién es, brasileño, lateral, de pelos parados?..

Mi amiga del alma me contestaba súper emocionada, «Marcelooo».  Y repetíamos esta historia, todo el tiempo con todos los integrantes de la plantilla. Hasta que se los aprendió.

Me emocionaba infinito ser la persona que llevara a Fer por primera vez al estadio que tanta ilusión me produce. Ya la había llevado a comer a uno de los restaurantes del Bernabeú por su cumpleaños (sí, un regalo más para mí que para ella), pero nada se compara al hecho de vivir de cerca un partido.

En el Bernabéu

 

La historia se puso doscientas veces mejor, cuando dos horas antes del partido, volví a recibir una nueva llamada. Pero ahora me preguntaban si me gustaría ver la llegada de los jugadores.

Era una oportunidad única. Creía que estaba alucinando e intentaba contagiar a mi amiga sobre todo lo que estábamos a punto de vivir. Llegamos súper puntual a la cita y nos metieron a un lugar desde el que vimos perfectamente cómo llegaban los futbolistas.

Primero entró el autobús de la Real Sociedad. Vimos a Héctor Moreno y aproveché para echarle un grito y saludarlo. Nos advirtieron que eso sí que no lo podríamos hacer cuando entrara el bus del Madrid porque teníamos que estar en total silencio.

Probablemente pocas personas sepan lo fetichistas que son algunos futbolistas. Cuando llegó el autobús nos explicaron que Cristiano Ronaldo esté donde esté sentado siempre baja de primero. Y por el contrario, Tony Kroos siempre tiene que ser el último, así sucedió.

Mi amiga me iba diciendo el nombre de todos los futbolistas mientras bajaban. Creo que por un momento logré transmitirle pasión por el deporte porque se veía realmente emocionada, aunque el momento cumbre de la noche fue cuando llegaron los árbitros.

Entraron en un coche pequeño a diferencia de los autobuses en los que venían los clubes. Se acercó la seguridad del Madrid a verificar el auto, incluso habían perros de estos que detectan drogas. Nos explicaron que era el cuerpo de árbitros y que siempre tienen que llegar todos juntos.

Creo que olvidé enseñarle a Fer el capítulo llamado «árbitros», porque queriendo mostrar interés y con toda la naturalidad del mundo que la caracteriza, preguntó de qué equipo eran esos árbitros. ¡Me quería morir! La gente del Madrid nos miró con cara de ¿qué dice tu amiga? y yo no podía parar de reír.

Después de este incidente, con toda la actitud del mundo entramos al Bernabéu y ocupamos nuestros asientos. Fer fue reconociendo a cada uno de los jugadores y disfrutó durante 2 horas de la experiencia. Cantamos, gritamos los goles y compartimos algo más que fútbol.

Eso si, seguimos estudiando capítulos de fútbol cada fin de semana que nos vemos. Ahora creo que tenemos una historia más que nos une, que nos hace reír y que disfrutamos contar cada vez que queremos recordar nuestra experiencia de aquella tarde. Hoy se que Fer hace todo lo que está en sus manos para entenderme y conectar conmigo y eso, sin duda, no tiene precio.

Aquí el video de nuestra visita al Bernabéu

PAOLITA

Viviendo de cerca el fútbol italiano


Italia siempre es una espectacular opción. La comida, el fútbol y ahora, Cristiano Ronaldo. Había estado en el país en una ocasión, pero nunca en Turín. Es una ciudad que no goza de tanto prestigio y glamour pero que sus pequeñas calles y vistosas plazas poseen una belleza poco reconocida.

El viernes por unas horas se paralizó la capital de la región del Piamonte. El derby turinés llegó al Allianz Stadium, un recinto pequeño, con capacidad para 41,000 espectadores pero con más ambiente que muchos de los estadios españoles.

 La invitación para estar en este partido nos la hicieron los chicos de Betfair (una de las casas de apuestas más grandes del mundo), que tienen un palco para sus habituales invitados. Previo al encuentro, la Juve ofrece una cena para los patrocinadores y luego puedes vivir la experiencia del juego en asientos con una ubicación envidiable.

Ese fin de semana, casualmente, se conmemoraban los 70 años de la tragedia de Superga. Es probable que si no tienes gran relación con el mundo del fútbol, no tengas ni idea de lo que te estoy hablando.

Te aseguro que es una celebración emocionante. Resulta que el 4 de mayo de 1949, un avión proveniente de Portugal en el que se transportaba toda la plantilla del Torino, tuvo uno de los accidentes más terribles que se han vivido no sólo en Italia, sino en Europa.

Justo a lo alto de una colina, a 650 metros se ubica la Basílica de Superga. Ese día de mayo, las condiciones climatológicas eran totalmente adversas. Había tanta neblina que el piloto del avión terminó estrellándose en la parte trasera de la catedral. Perdieron la vida 31 personas de las cuales 18 eran jugadores.

Esta tragedia tuvo gran conmoción en el mundo, ya que todos los jugadores integraban la selección nacional de Italia y además habían conquistado en cinco ocasiones consecutivas la copa de la Liga y una copa de Italia, lo que engrandecía aún más su leyenda. 

Los hinchas, aficionados, fanáticos y turistas aprovechan este día para rendir un homenaje a los “invencibles”, nombre con el que fueron bautizados por la población. Y, estando en Turín, quisimos vivir la experiencia en primera persona.

El sábado, los seguidores del Torino pintaron las calles de color granate. Por 10 euros, un tren te sube a la colina lentamente en aproximadamente 20 minutos hasta llegar a la Basílica de Superga. Desde lo alto se puede observar la bella ciudad italiana.

En torno a las 17:30 horas, la plantilla actual del Torino arribó en el autobús oficial del equipo y fue recibida entre cánticos y banderas que ondeaban por los aires. El acto fue sencillo pero muy emotivo. El capitán del equipo, Andrea Belotti comenzó a leer uno a uno los nombres de los tripulantes de ese avión mientras el público presente escuchaba con emoción y respeto.

En una reunión con uno de los periodistas más emblemáticos del diario italiano “Tutto Sport”, nos comentó acerca de la magnitud del acontecimiento que estábamos viviendo y de las muchas teorías que han salido en torno a la razón por la cual aquel avión se estrelló en 1949.

Una de las historias que más fuerza ha tomado con el paso de los años relata que el capitán del Grande Torino, Valentino Mazzola, decidió que el aterrizaje se hiciera en otra pista a la programada originalmente, una que no tuviera tanta vigilancia ya que transportaba una maleta de cocaína que presuntamente fue desaparecida después del accidente.

Sea cual sea la verdad, año tras año se rinde tributo a cada uno de los integrantes del equipo más extraordinario y que con mayor orgullo pueda recordar el fútbol italiano.